miércoles, marzo 01, 2006

¿Cómo te ven tus clientes?

Es otro día tuve una discusión con un amigo y compañero de trabajo que me dijo:

"Cuesta lo mismo hacer las cosas bien que hacerlas mal".

Yo no estoy de acuerdo con esa afirmación, nunca lo he estado y creo que nunca lo estaré. Hacer las cosas bien cuesta más que hacerlas mal. A veces no más tiempo, porque si haces algo mal es probable que lo tengas que corregir, pero sí más esfuerzo intelectual... y también físico.

La diferencia está entonces en la disposición y capacidades de la persona (ceteris paribus). El segundo factor es inmutable en un instante "t", pero la primera puede variar mucho. Godin lo dice muy claro:
If you could embark on a marketing campaign that was certain to work, would it matter how hard it was to do or how much it would cost? Not likely. People hesitate because they're just not sure.
Y es que el esfuerzo ha de valer la pena, debe tener una recompensa... y lo mínimo es que tenga sentido. Al final, eso es lo que diferencia a unas compañías de otras. Los que nacen segundos llegan a ser primeros porque creen que tiene sentido hacer las cosas mejor. Los innovadores son capaces de trabajar largas horas en la oficina porque lo que tienen entre manos podría ser el próximo gran producto o servicio... y algunos lo consiguen. Pero no sólo eso, sino que hacen que todo parezca fácil.

Últimamente suelo decir que hay dos tipos de empresas: las Mac y las Clónicas. Ambas tienen un follón interno de chips con unas "tripas" poco estéticas, pero lo que las diferencia es que desde fuera, desde el punto de vista de los clientes, unas transmiten un diseño impactante y hacen ver que todo funciona perfectamente, y las otras tienen una carcasa transparente que muestra el follón y desorganización interna. Como dice Greg Ness:

If you do all these things, people will say you and your company make it look easy. You’ll know better.


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4 comentarios:

Mercurio dijo...

Ojala costara lo mismo hacer las cosas bien que mal.

Aun en ese caso seguiria habiendo empresas en que no buscaran esa ventaja, pero es que encima la calidad cuesta.
Puede ser en dinero, en tiempo en profesionales, en cualquier cosa pero como bien dices aqui tambien es necesario que esa calidad sea reconocidad, es decir que tu esfuerzo se vea recompensado por los clientes

Gonzalo G. Cotorruelo dijo...

Mercurio, gracias por tu comentario. Debe haber compensación, porque las cosas que se hacen sin un fin diferente a hacerlas, no tienen sentido... o al menos, no es satisfactorio hacerlas... y la de los clientes es una recompensa muy agradable.

Anónimo dijo...

En realidad cuesta más hacer las cosas mal, porque al final te pasa factura ;)

Gonzalo G. Cotorruelo dijo...

Sí, pero depende a quien le llegue el cargo de la factura... muchas veces le llega a otro diferente al que lo hizo mal ;-)