martes, enero 03, 2006

Miopía del comerciante... cuando te intenta engañar

Hoy he ido a comprar unas gafas a una óptica en la que hace unos días había visto una oferta de monturas y cristales por un precio bastante razonable (algo estupendo para mí, ya que pierdo unas gafas cada tres meses).

He ido a la tienda y le he preguntado a la dependienta por la oferta. Ella me ha dicho que me sentase para mostrarme las diferentes monturas. Tras unos minutos examinando el material me he decidido por unas, y entonces ella me ha dicho que esas no estaban dentro de la oferta, y que realmente ya se le habían acabado todas las que estaban en promoción, pero que aún no les había dado tiempo a quitar los carteles que estaban en el escaparate... increíble. Tras saber esto he tardado unos 15 segundos en salir de la tienda.

Las gafas que me estaba enseñando costaban más de 180€, y la oferta era de 100€... una sustancial diferencia. Pero eso me da un poco igual, lo que me ha irritado profundamente es que me han intentado engañar durante cinco minutos. Si la dependienta hubiera sido sincera y me hubiera dicho en el primer momento que ya no tenían la promoción, seguro que habría salido de allí con gafas nuevas y pagando los 180 €... pero con los timos comerciales no puedo.

Como decía el otro día Seth Godin, ¿qué es el marketing: el arte de engañar o el arte de hacer que las personas se enamoren de productos o servicios?

Al final me hice las gafas en la óptica más cercana a esa, y me costaron aún más. Ya sé qué óptica recomendar si me preguntan... y cuál desaconsejar.

Todo esto me ha recordado a una frase de Steve Jobs que dice algo así:

Design is not just what it looks like and feels like. Design is how it works.

Lo mismo pasa con el marketing, no es sólo la capacidad para llamar la atención e incitar a la acción... es también el resultado de la experiencia de consumo.

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11 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que podrías exigir la oferta, si tienes testigos o pruebas del anuncio incorrecto. Recuerda el caso reciente de la que compró un coche de lujo a precio de saldo por un error de tipografía no rectificado.

Gonzalo G. Cotorruelo dijo...

Se me pasó por la cabeza poner una reclamación, pero al final no lo hice (qué vagos somos a veces con estas cosas... y qué importantes son). De todas formas, ya no quiero nada de esa óptica. Si me engañan en las ofertas, ¿quién me asegura que no me están engañando en el producto también?

Pero si fuera un coche de lujo... seguro que lo reclamaba ;-)

Anónimo dijo...

Eso se llama publicidad engañosa... De todas formas, si has hablado de ella en el blog, es que algo funciona, ¿no?. Además ha conseguido que entraras a la tienda. La mayor parte de los clientes no son tan exigentes como tu, por eso lo más dificil es hacerles entrar en el establecimiento. Con esa publicidad, lo consiguen!

Gonzalo G. Cotorruelo dijo...

Ha conseguido que entrase a la tienda... pero por última vez en mi vida.

Tienes razón que con ello pueden llegar a conseguir ventas, pero ¿es esa la mejor forma de vender?

Johnymepeino dijo...

Acojonante su post. Es una pena que ese código ñetico que usted tiene no se enseñara en la facultad.
Espero que a través de su blog pueda dar a conocer sus actitudes, le aseguro que pensaba que ya ho existían personas capaces de descubrir algo tan sencillo como las afirmaciones que hace usted sobre el márketing. Muchas gracias y sepa que los consumidores pensamos igual. Así de fácil sería vendérnoslo y así de facil optamos por otros productos o tiendas por el engaño a que se nos intenta someter. Hace años en el colegio nos enseñaron:

"Dime que es caro, pero convénceme de que lo necesito".

Mercurio dijo...

Pues para contrarestar la publicidad engañosa yo creo que se podria poner la cadena de opticas que es la de la afortunada publicidad ...

Anónimo dijo...

Mi impresión es que es una estrategia demasiado burda para ser premeditada. Lo achaco más bien a la absoluta falta de respecto, no exclusivamente hacia los clientes, que se está haciendo cada vez más habitual. Tengo la sensación de que los únicos que todavía son respetuosos son los chinos.

Gonzalo G. Cotorruelo dijo...

Mercurio, no puse el nombre porque se me olvidó... todos se parecen demasiado. De todas formas cuando vuelva a pasar por la zona me fijaré.

Jaizki, la verdad es que podrían aprender mucho de los del China Té :-)

Carlos Herreros dijo...

La verdad es que las empresas actúan así muchas veces porque "no saben con quién están hablando", entendiendo esta expresión de forma opuesta a la usual. Se cuenta la historia de una empresa inglesa fabricante de "conservatories"( esas ampliaciones a las plantas bajas hechas con perfil de pvc y cristal) que tenía muchas reclamaciones a las que no hacía caso. Pero uno de los reclamantes resultó ser un redactor de un periódico local quien aburrido de no recibir respuesta puso una nota en su periódico. Siguieron cartas de muchos otros lectores también descontentos. Total ,que la empresa tuvo que declararse en quiebra.

Alezita dijo...

Hola:
Lo más probable es que sea muy dificil configurar la publicidad engañosa, ya que el letrero debe haber dicho sujeto a stock o disponibilidad.
A mi como cliente también me molesta que me traten de "toma el pelo", por eso algual que tu me voy de las tiendas que no rspetan los precios o que me tratan de engañar.

Gonzalo G. Cotorruelo dijo...

Carlos, genial anécdota. Ahora todos somos un poco periodistas... a ver si las empresas empiezan a enterarse de esto.

Aletiza, no sé si había disclaimer... la verdad es que no me fijé. De todas formas, creo que lo mejor que podemos hacer es dejar bien claro a las empresas que nos quieren engañar que no somos tontos.